Violencia de género

[Gender violence, a social burden.]

Cesar Cuero1

1. Editor en Jefe.

Publicado: 2021-10-26

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Resumen

No hay duda que la violencia de todo tipo y género va aumentando en el mundo, y nuestra América Latina no escapa a esa realidad, antes bien es epicentro de la misma. A diario, los medios de comunicación social destacan estos hechos de violencia en primera plana o en la apertura de los noticieros, rindiendo culto al dios violencia, sin darse cuenta o bien en forma velada, de esa manera, trasmiten la sensación de que es muy importante la cobertura de estos hechos, como si no hubiera nada bueno que destacar en cada país y en la región latinoamericana en general.

En esta espiral de violencia, destaca la violencia de género, la agresión en la mayor parte de los casos de un hombre a una mujer, degenerando en daños físicos, materiales o en feminicidios. Y es que este es un fenómeno que no se queda en la esfera de la pareja, sino que afecta, cual bola de nieve, principalmente a los hijos, familiares y la sociedad en general, convirtiéndose en un problema en el que queda envuelto el estado y de el una buena cantidad de entidades ministeriales, secretarías, oficinas, que hacen mucho y hacen poco por resolver este complejo problema.

No hay duda, que los más afectados por esta irresponsable actitud, son los hijos del que ejecuta este delito, esta acción cobarde. Cuantos niños en nuestros países, quedan huérfanos de mamá y adicional sin papá, el cual al final se quita la vida, o permanece en prisión por un tiempo. No se detiene a pensar en sus hijos, como que ellos no tuvieran ninguna importancia.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), ha considerado este problema como prioritario. La OMS define la violencia conyugal como cualquier comportamiento, dentro de una relación íntima, que cause o pueda causar daño físico, psíquico o sexual a los miembros de la relación. El hecho de que esta entidad haya considerado este problema para ser ventilado en su esfera dice a las claras la magnitud del mismo, que como ya señalamos va en aumento cada día.

Hace falta una acción enérgica de cada uno de los países, en especial los latinoamericanos, que con mano firme persiga y castigue a los que causan este delito social. Hace falta más educación en valores y buenas costumbres, que se ha perdido entre los jóvenes nuestros de esta época. Que los medios de comunicación tomen conciencia que estacando estos lamentables hechos de violencia contribuye a que se den más. Solo el esfuerzo mancomunado de la sociedad en todos sus niveles, la iglesia y el estado podrán frenar este mal que parece no tener fin.

Unámonos todos, como un solo haz de voluntades. Levantémonos con energía sostenida y decidida, y erradiquemos esa lacra social de una vez por todas.

 


Abstract

Gender violence, a social burden.

There is no doubt that violence of all kinds and gender is increasing in the world, and our Latin America does not escape this reality, but rather it is the epicenter of it. Every day, the media highlight these facts of violence on the front page or in the opening of the news, worshiping the god of violence, without realizing it or in a veiled way, thus conveying the feeling that it is very important to cover these facts, as if there was nothing good to highlight in each country and in the Latin American region in general.

In this spiral of violence, gender violence stands out, the aggression in most cases of a man against a woman, degenerating into physical and material damages or femicides. And this is a phenomenon that does not remain in the sphere of the couple, but affects, like a snowball, mainly the children, relatives and society in general, becoming a problem in which the state is involved and a good number of ministerial entities, secretariats, offices, which do much and do little to solve this complex problem.

There is no doubt that those most affected by this irresponsible attitude are the children of the person who commits this crime, this cowardly action. How many children in our countries are orphaned without a mother or father, who in the end takes his own life or remains in prison for a while. He does not stop to think about his children, as if they were of no importance.

The World Health Organization (WHO) has considered this problem as a priority. The WHO defines spousal violence as any behavior within an intimate relationship that causes or is likely to cause physical, psychological or sexual harm to the partners. The fact that this entity has considered this problem to be aired in its sphere clearly shows the magnitude of the problem, which, as we have already pointed out, is increasing every day.

Energetic action is needed in every country, especially in Latin America, to firmly prosecute and punish those who cause this social crime. We need more education in values and good manners, which has been lost among the youth of our time. That the media become aware that staking these unfortunate acts of violence contributes to the occurrence of more of them. Only the joint effort of society at all levels, the church and the state will be able to stop this evil that seems to have no end.

Let us all unite as a single bundle of wills. Let us rise up with sustained and determined energy and eradicate this social scourge once and for all.

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